abrir la puerta...

El asfalto mojado y la lluvia dieron origen al pensamiento,
Una road movie, 
entré inmediatamente en el género.
Y empecé a reconocer las mismas sensaciones que tengo antes de partir.
Quizá sea a un lugar conocido, con amigos, con equipaje liviano, 
quiza todo lo contrario, solitario y con mucha carga.
Lo que sucede en cualquiera de las dos opciones es que la incertidumbre 
es la misma, podemos imaginar y fantasear, planificar,
pero lo que ocurra no lo sabemos.
Quizá alguien nos cambie el rumbo, 
quizá sea una música, o un atardecer lo que nos detenga,
quiza sea el amor, o la fiesta la que nos lleve a otro lado.
Estar de viaje...
Se me viene justo ahora el pensamiento,
a unos días de empezar los talleres, 
no es casualidad, 
de hecho es un camino de incertidumbres, 
de alimento espiritual, 
de cansancio placentero.
Soy claramente yo. 
Aunque el camino venga de otros caminos.
Intercruces.
Bordeando caminos de maestros, amigos, alumnos, familia...
Claramente soy la mezcla.
La road movie del compartir lo aprendido
Un camino de lujo
Uno de los lujos mas lindos de esta vida.
Feliz de abrir la puerta...